Este Marcos o Mateo Goldstein fue padrino de mi padre Teodoro. Por lo que mi abuelo Simón tenía una relación evidentemente afectiva con sus primos segundos.

Mis tíos Bume y Tule jugaban en la escuela con Salvador, Rogelio y Chola.  “Pasan los años” dijo mi tío. Rogelio era muy tímido y lo tomaba del brazo casi a diario (sabemos por Tilo que falleció en Rejovot, hace un par de años y dejó gran descendencia.

Los niños se sentaron a mirar fotos con los adultos y a preguntar. Era digno de verse!!

Alejandro e Itai (primos) descendientes de Sito, eran los jóvenes gigantes de la familia!! Y Analí, Juaquin y Sebastián, descendientes de Docha eran los mas jóvenes.

Allí mismo íbamos completando el árbol, hasta con fechas de nacimiento y fallecimiento, lugar donde reposan los restos, y las mejores anécdotas.

Luego de mirar fotos, sacar más fotos para las futuras generaciones y de pasar la posta a los mas jóvenes, terminamos la reunión con las mismas palabras con que comenzamos:  “Amaneceres habrán muchos, nosotros no estaremos en todos, por eso lo verdaderamente trascendente es estar presente”.

Para quien no lo pudo hacer en forma física es este testimonio, pues han estado espiritualmente. Tengo fe de que alguno de los que nos suceden en el camino de la historia, valore a la FAMILIA lo suficiente como para  continuar con muchos mas relatos de vivencias históricas, y seguir con el hermoso recorrido, que es la VIDA misma... Ésta fue mi modesta mirada, un saludo afectuoso:

 

Patricia Silvana Minuchin

 

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