LESIONES DEPORTIVAS (causas más frecuentes).

 

Las lesiones deportivas pueden ser clasificadas desde simples dolorimientos musculares  hasta fracturas.

El diagnóstico es sencillo, aunque a veces puede ser severo cuando la lesión es directa, producida por otro deportista (deportes de conjunto), o por objetos (ejemplo:  atletismo, jabalina, martillo, disco o, en hockey, la bocha o el palo, etc.).

Sin embargo, cuando no hay una causa directa suele ser confuso.

 

Existen dolorimientos por causa de procesos crónicos o micro traumatismos, que han pasado inadvertidos, hasta que el dolor es tal que impide el entrenamiento normal del deporte.

 

Muchas veces, sin diagnóstico se toman antiinflamatorios o antiálgicos que al enmascarar el dolor momentáneamente, se sigue entrenando y empeorando el cuadro.

Es importante concurrir al traumatólogo-deportólogo para que mediante las nuevas tecnologías (desde ecografías hasta tomografías y resonancias magnéticas), se pueda determinar el diagnóstico, y así realizar el tratamiento adecuado, que muchas veces pasa por la cirugía, y muchas otras sólo por la rehabilitación.

 

En el trascurso de mi carrera he notado que cuando el problema afecta a la musculatura general (por ejemplo: ambos miembros) las causas pueden ser:

1-     Falta de organización progresiva del entrenamiento. La preparación física de cualquier disciplina debe ser pautada por un profesional (profesor o Licenciado en Educación física) y no por el “dueño de un gimnasio” o un simple deportista de la especialidad.

Siempre les digo a mis pacientes que “ser diabético, no me hace diabeto logo”.  De la misma manera, ser deportista no me hace Licenciado en educación física. 

Se presenta muy seguido el caso de personas que tienen un mini-gimnasio en sus casas y ejercitan en forma desordenada y sin un sentido criterioso, ni correcciones de postura, que podrían causar problemas biomecánicos y lesiones irreversibles.

Haciendo una analogía, es como tener un quirófano, pero carecer de cirujano.

2-     Malnutrición. Para realizar una dieta específica debe ser con algún nutricionista que también sea deportólogo.  De lo contrario puede causar deshidratación, cansancio, calambres y hasta desgarros.

Si el entrenamiento es el “albañil” o “paleta”, la nutrición son los “ladrillos”. Ambas deben ser las adecuadas y saber qué comer antes, durante y después del entrenamiento para optimizarlo. Luego vendrán las vitaminas o nutracéuticos permitidos por el COI (comité olímpico internacional). Y aún así, no “todo” es para “todos”, aunque esté permitido.

Hay que realizar una estrategia para cada deportista.

3-     Mala entrada en calor: esto va desde el calentamiento general del cuerpo con algún ejercicio aeróbico, hasta la movilidad articular previa al entrenamiento (para lubricar articulaciones)

En caso de realizar ejercicios de potencia, también es imprescindible la elongación de los músculos a utilizar y así evitar tirones o desgarros.

4-     Falta de preparación física: Es común que algunos deportistas directamente juegan a su deporte favorito  sin prepararse físicamente en el gimnasio, al menos 2 veces semanales.

El acondicionamiento muscular (en el que se pone más énfasis en las pretemporadas) es fundamental.

5-     Chequeo médico obligatorio: Es fundamental realizar los chequeos de análisis de sangre, ECG (electrocardiograma) y chequeo clínico por un médico deportó logo.

Luego están las pruebas optativas, pero que son fundamentales y a veces salvan vidas, como el ecocardiograma doppler (que puede detectar problemas congénitos no diagnosticados) y la ergometría, (que debe ser realizada en cinta o bicicleta,  según el deporte que realiza).

 

Estos son conceptos básicos que pueden alertar a los deportistas de cuáles son sus derechos, para cuidarse mientras realizan actividad física y también en el alto rendimiento, cuando dejan la profesión, no quedar con dolencias irreversibles en su vida cotidiana.

 

Dra. Patrícia Minuchin

psminuchin@intramed.net

www.patriciaminuchin.com.ar