CONSENSO.
ACTIVIDAD FISICA Y EJERCICIO.
Introducción.
El ser humano posee la característica del movimiento o de la actividad física
como un medio importante para su autovalencia e independencia. Nuestro genoma
esta hecho para cumplir dicha función y al parecer la inactividad física
conlleva a la obesidad y a una serie de alteraciones metabólicas
asociadas.
Los enormes avances, publicaciones y evidencias científicas aparecidas en los
últimos 5 años sobre los efectos el ejercicio en diversos fenómenos fisiológicos
y fisiopatologicos en el ser humano, ponen al ejercicio como un pilar importante
en la prevención y terapia de dichas alteraciones. La biología molecular no ha
estado ausente de los fenómenos de adaptación de órganos y sistemas del ser
humano al ejercicio.
Las diferencias entre actividad física y ejercicio, es que este último permite
una dosificación adecuada a las características fisiológicas del paciente y
orientarlo hacia un objetivo especifico relacionado con la patología que
queremos modificar. Ser físicamente activo es dejar de ser sedentario pero esto
no asegura niveles adecuados de salud ya que lo que correlaciona con la salud es
el nivel de condición física del sujeto.
Finalmente, es necesario reconocer que el medio ambiente o las condiciones de
vida que hemos desarrollado en esta civilización y todos sus problemas
asociados no permiten una practica eficiente y fácil del ejercicio físico en
nuestros pacientes por lo que la eficiencia, rentabilidad y un apropiado
costo-beneficio del ejercicio en ellos debe ser primordial en la planificación
y programación de un plan.
El hecho de poseer en nuestra sociedad mas de un 75% de sujetos físicamente
inactivos y considerando que nuestro estilo de vida está divorciado de nuestro
código genético, el problema se hace más difícil aún.
Mecanismos de adaptación.
En las últimas décadas se ha
producido un fenómeno muy particular en la capacidad de trabajo del ser humano,
la tolerancia al esfuerzo ha disminuido considerablemente y esta no es por causa
de una limitante central (cardiocirculatoria y respiratoria) sino más bien los
pacientes en las ergometrias de esfuerzo terminan su test de esfuerzo sin
alcanzar sus máximas frecuencias cardiacas, ventilatorias o de presión
arterial sino que interrumpen el esfuerzo por limitantes periféricas. La
sarcopenia es una epidemia no declarada que está presente en la mayoría de los
pacientes con factores de riesgo, incluido los obesos lo que indica que la
musculatura esta en condición antropométrica e histoquímica deficitaria.
Por estos motivos la literatura actualizada y apoyada en la biología molecular,
entrega recomendaciones que apuntan mas al ejercicio intenso-intermitente que al
moderado-continuo ya que el primero,
que es anaeróbico, incrementa la actividad de
proteínas tales como AMPK y CaMK de manera más significativa
y estas son responsables de la regulación del metabolismo energético,
de la síntesis de proteínas y de la biogénesis mitocondrial.
En pacientes entrenados con ejercicios de alta intensidad y corta duración,
experimentan modificaciones y adaptaciones de una serie de factores a nivel
periférico tales como:
·
Irrigación periférica o
capilarizacion del tejido muscular
·
Sensibilidad de receptores
hormonales (leptina, adiponec-tina, insulina, catecolaminas, etc.)
·
Transportadores de glucosa o GLUT4
·
Actividad de LPL y LHS
·
Consumo de trigliceridos intramiocelulares
·
Depósitos de glicogeno
·
Sintesis de proteínas
·
Biogenesis mitocondrial
·
Capacidad metabólica oxidativa
·
Produccion de ON
·
Tolerancia a la acidosis
·
Actividad lipolitica
·
Liberacion de IL-6, miokina
·
Actividad de AMPK y CaMK,
Como
también aumentos a nivel central en términos de volumen sistólico, ventilación
pulmonar y lo más importante en términos
de provocar una disminución del QR.
Este conjunto de variables adaptativas o modificables con el ejercicio, permiten
de manera directa e indirecta corregir dislipidemias, hipertrigliceridemias,
hiperglicemias, hiperinsulinemias, hipertensión arterial, grasa visceral y
estas a su vez inciden en la prevención y terapia de la insulina resistencia y
del síndrome metabólico.
Es necesario resaltar que si bien durante el ejercicio intenso e intermitente la
metabolizacion de lípidos es mínima, esta es súper compensada en las etapas o
procesos de recuperación o post-esfuerzo, donde se puede observar que el
consumo de lípidos post esfuerzo intenso es mayor que la suma de los lípidos
metabolizados durante y post ejercicio
de baja intensidad en pacientes con factores de riesgo y obesos.
Finalmente no debemos olvidar que los pacientes difícilmente pueden hacer un
gran gasto calórico mediante las tradicionales prescripciones de ejercicio como
trotar, caminar o andar en bicicleta ya que como sabemos el gasto calórico de
una caminata no es mas que 0.5
calorías/ kilo de peso/ kilómetro caminado, es decir, un sujeto de 90
kilos debe caminar 2 kilómetros para gastar solo 90 calorías. !
Recomendaciones y prescripción del
ejercicio.
Considerando las variables más
deterioradas con el estilo de vida que llevamos, debemos considerar que un
ejercicio físico debe apuntar en su mayoría
a la prevención o terapia:
de
la sarcopenia,
de
la insulina-resistencia,
de
la disfunción mitocondrial y
de
la baja capacidad cardio-respiratoria o
de
la baja capacidad oxidativa o de consumo de oxigeno.
Para poder prescribir ejercicio de este tipo en esta clase de pacientes,
obesos o con sobrepeso y sedentarios, es necesario tener en cuenta las
siguientes variables a tomar en
cuenta o a considerar:
Nivel
o estado evolutivo de su o sus fisiopatologías.
Tipo
de medicamentos o tratamientos a los cuales está sometido.
Nivel
de capacidad funcional cardio-vascular y muscular ante un determinado tipo
de esfuerzo y
Condiciones
nutricionales de composición corporal, sico-sociales y materiales de las
cuales dispone.
Recomendaciones finales de ejercicio.
De esta forma el ejercicio se podrá dosificar en intensidad, duración, frecuencia
y modalidad de manera adecuada lo que permitirá cumplir de manera
efectiva en los mecanismos
de adaptación necesaria para la obesidad y cada patología asociada a la
obesidad y al sobrepeso en sujetos físicamente inactivos. Para tales efecto
debemos recordar las siguientes recomendaciones:
En
términos generales la sesión de ejercicio debe contemplar entre 6 a 9
grupos musculares (extensores y flexores de brazos, piernas y tronco) y las
repeticiones deben no sobrepasar los 60 segundos, los descanso no deben
sobrepasar los 2 minutos y las series deben ser entre 2 y 3.
Todo
este entrenamiento debe estar pautado para 2 a 3 veces por semana para cada
grupo muscular y
La
modalidad puede ser colocar al paciente en posición de pie, acostado o
sentado con grupos musculares pequeños a fin de reducir el riesgo o stress
cardio-vascular.