Aspectos nutricionales de la Maratón.
Primera Parte.
Para comprender lo que un maratonista debe comer, debemos entender primero, cómo
es su forma de entrenar y cuál es el objetivo final y los objetivos parciales
de éste entrenamiento.
Recordemos
que un maratonista corre 42 Km en el mejor tiempo posible.
Desde
el punto de vista del entrenamiento mejora la cualidad física Resistencia.
Desde
el punto de vista fisiológico mejora su potencia aeróbica.
Y
desde el punto de vista metabólico depende de su correcta hidratación y de sus
reservas energéticas.
¿Cuáles
son éstas reservas? En el organismo podemos reservar energía en los enlaces químicos
de varios sustratos:
* Hidratos
de carbono: Glucógeno hepático, muscular, glucosa sanguínea.
* Grasas: Triglicéridos del tejido adiposo, triglicéridos del tejido muscular,
ácidos grasos libres y lipoproteínas plasmáticas.
* Proteínas:
Si bien las proteínas no son esencialmente energéticas, normalmente
constituyen el 5% del combustible para el trabajo físico. Y en condiciones
especiales de ayuno o de bajo valor calórico en la dieta, pueden representar
hasta el 15% del combustible utilizado.
La
elección del combustible a utilizar dependerá de varios factores:
* Intensidad del ejercicio: máxima (100% del Vo2 máximo), intensa (90 al 70%), moderada (60%), liviana (50% ó menos).
* Duración del ejercicio: a medida que aumenta la intensidad, la duración del ejercicio disminuye hasta llegar a la fatiga. La fatiga por los ejercicios de máxima intensidad es debido a la rápida acumulación del ácido láctico, pero ante ejercicios submáximos la fatiga es debido inicialmente por la falta de glucógeno muscular.
* Dieta previa al ejercicio: rica en grasas o en carbohidratos.
* Enfermedades previas: diabetes.
* Tipo de trabajo físico: continuo, intermitente.
* Sexo: Mark Tarnopolski observó que, en ejercicio de moderada intensidad y larga duración, las mujeres oxidan más grasas que hidratos respecto delos varones. Sin embargo, los varones oxidan más leucina, según Phillips.
Debido a que la cantidad de glucógeno muscular es determinante de la fatiga en
los ejercicios de resistencia, las dietas de repleción glucogénica serán de
vital importancia en la maratón.
Los
factores que determinan la velocidad de la glucogenólisis y de la glucólisis
son:
1- La concentración de glucógeno muscular.
2- La secreción hormonal: glucagon, STH, cortisol, adrenalina y noradrenalina.
3- Concentración de enzimas especificas y sus cofactores enzimáticos.
4- El ph.
5- El tipo de fibra reclutada.
6- La velocidad e intensidad del ejercicio.
7- La concentración del NAD
Todas estas variables son entrenables.
La
aptitud aeróbica puede ser evaluada de diferentes maneras (cicloergómetro,
remoergómetro, cinta, o con diversas pruebas de campo), para luego ser
traducida en Vo2 máximo. Si bien la FC no es un buen predictor, puede ser
utilizado cuando faltan recursos.
La
prueba a elegir, en lo posible, debe ser lo más similar al deporte que
practica, y re testear con el mismo método luego de un periodo adecuado
de entrenamiento.
El
Vo2 máximo se puede expresar en litros por minuto, o en ml / Kg de peso /
minuto (esta última, cuando supera los 60 ml por Kg de peso, es una
marca de elite, y de 40 a 60 es una buena condición).
Kotz
(1986), clasifica los ejercicios aeróbicos en 4 grupos según sus características
ergométricas y energéticas:
Grupo potencia aeróbica | % del VO2 máx. |
Combustible |
% |
Sustrato |
Potencia
récord |
Duración récord (min.) |
|
fosfagénico | anaeróbico | ||||||
máxima | 95-100 | 20 % | 55-40 % | 25-40 | glucógeno | 25 | 3-10 |
casi máxima | 85-90 | 10-5 % | 20-15 % | 70-80 | glucógeno grasas glucemia |
20 | 10-30 |
submáxima
y media |
70-80
60-70 |
- | 2 % | 98 | glucógeno grasas glucemia |
14 | 120-240 |
baja | 50 ó menos | - | - | 100 | grasas glucógeno glucemia |
12 | 240 |
Ejemplos de máxima potencia aeróbica: 1500-3000 metros de carrera, 3000
y 5000 metros de patín, 400-800 metros de natación, 4 Km velódromo.
A
los 2 minutos alcanzan la máxima FC y el máximo Vo2 máximo.
Al
finalizar el ejercicio alcanzan entre 15-25 mMoles/l de lactato.
Los
de potencia aeróbica casi máxima: 5000-10000 metros de carrera, 1500 de natación,
15km de esquí, 10000 metros de patín.
La
FC alcanza valores del 90% de los valores máximos individuales. Y las
concentraciones de lactato post ejercicio llegan a 10 mMoles/l para deportistas
de nivel.
Los
ejercicios de Potencia aeróbica submáxima: Ej.: 30 Km y más, incluso
el maratón, hasta 20 Km de marcha, 20-50 Km de esquí.
La
FC también alcanza el 80-90% de su máximo, y la concentración de
lactato, no alcanza a
superar los 4 mMoles /I.
Los
de potencia aeróbica media. Ej. esquí de más de 50 Km, la marcha de 50
Km es similar a los de submáxima, pero las grasas incrementan más su utilización
respecto del glucógeno.
Los
ejercicios de baja potencia aeróbica: son por ejemplo caminatas,
actividades cotidianas.
CARBOHIDRATOS:
(HC-CHO)
El
entrenamiento para los maratones tiene etapas o mesociclos de mayor fuerza y
otros ciclos de mayor resistencia, hasta llegar a la puesta a punto previo a la
competencia. La nutrición debe acompañar estos ciclos de manera armónica,
suficiente, completa y adecuada (las 4 leyes básicas de una buena alimentación
según el Dr. Escudero).
Debido
a que la intensidad del ejercicio para el maratón es submáxima (75% del
Vo2 máximo), el combustible mayormente utilizado es el glucógeno muscular. Y
es la intensidad en la cual las reservas de glucógeno tienen
mayor tasa de depleción. Este se deposita con agua: 3 ml de agua por cada gramo
de glucógeno. En dietas de repleción de glucógeno, esto puede causar una
sensación de enlentecimiento inicial que luego es superada con el mismo
ejercicio físico.
Las
personas bien nutridas y bien entrenadas pueden alcanzar mayores valores de glucógeno
muscular con lo que alejan la fatiga (200 grs.) para sedentarios y 600 grs. para
deportistas). Si bien el atleta no mejora la velocidad, permite que la
intensidad pueda ser sostenida por más tiempo.
La glucogenolisis mayor aparece durante los primero 20-30
minutos de ejercicio. En sujetos entrenados la glucemia es sostenida
especialmente por el glucógeno hepático en forma constante por 2-3 hs., luego
de lo cual comienza a aumentar la tasa de gluconeogénesis. El glucógeno muscular
no puede ser usado para mantener la glucemia por la carencia de glucosa o
fosfatasa (que sí posee el hígado).
La
falta sistemática de glucógeno muscular es una de las causas de fatiga crónica.
En
el año 1967, Bergstrom y Hultman son los primeros en comparar dietas ricas en
grasas, mixtas, y ricas en CHO, descubriendo que estas últimas alejan la
fatiga aumentando el tiempo de trabajo físico, por lo que sus reservas deben
repletarse todo el año y no solo previo a la competencia.
Para
un sujeto que entrena en forma continua 90 minutos a intensidades entre el 70 y
80% del Vo2 máximo, se sugiere consumir de 8-10 g/kg/d de carbohidratos. Si
entrena 60 minutos o más, pero no en forma no continua, alcanza con 5-6 g/kg/d.
En
casos de ultra maratón (más de 4 hs. de competencia: triatlón, ó Ironman) se
recomienda 12-13 g/kg/d. A veces es tan difícil llegar a estos valores que se
debe recurrir a concentrados (por su puesto el % de grasas de la alimentación
disminuye al 25%).
La
American Dietetic Asociation recomienda a este tipo de deportistas consumir
entre 500 a 800 gs de carbohidratos por día. Esto significa 2000 a 3200 kcal/d
en HC.
Las
dietas de repleción rápida se realizan en deportistas que no han consumido
cantidad adecuada durante la etapa de entrenamiento.
Sherman
propone que una semana previa a la competencia se vaya disminuyendo la
intensidad del entrenamiento y aumentar progresivamente la carga de
carbohidratos (Ej. de 350 grs. a 500gs). Con reposo total o casi total, un día
antes y carbohidratos a voluntad. Hay que asegurarse de que el sujeto no sea
diabético, previamente.
La
comida precompetencia
(la última comida sólida) debe realizarse 3-4 hs. previo a la competencia.
Debe ser una ingesta familiar y de fácil digestión, por la posible
idiosincrasia y por el efecto psicológico de la última ingesta. Si es debajo
IG (índice glucémico), dan más saciedad que de alto IG según Clyde
Wiliams, pero la diferencia entre los IG de la comida previo al ejercicio
no varía significativamente en el rendimiento.
Sherman
propone 4,5 g/kg de HC. Otros autores hablan de 45 grs. de HC de las frutas y
156 grs. de polímetros de glucosa. Todo debe probarse previamente para evitar
posibles trastornos. La
ADA recomienda alimentos que cubran de 85 a 200 g de HC complejos, bajo en
grasas y proteínas, sin fibras.
Existen
muchos deportistas que previo a la competencia o durante la misma suelen tener
diarreas, por lo que para ellos se recomienda 3 días antes, consumir muy poca
fibra en su alimentación y reducir las grasas.
Desde
que Foster probó dar 75 grs. de glucosa pura, inmediatamente previo a la
competencia, con la consiguiente disminución de la performance se estudió cuál
sería la dilución
correcta de las soluciones glucosadas, para evitar el efecto hipoglucémico de
la insulina.
Recordemos
que si bien la glucosa permite la entrada de glucosa a la célula muscular,
también la deposita como glucógeno, es lipogénica y anabólica proteica.
Todas condiciones no ideales durante el trabajo físico.
En
términos generales, se sugiere que si la competencia va a durar más de una
hora, se consuma una hora antes de la misma soluciones que contengan 1g/kg de
peso de HC, diluido al 7% (no más del 10% como máximo y teniendo la
precaución con los sujetos que tienen más sensibilidad a la insulina, a los
que se le dan alimentos de bajo índice glucémico).
Durante
la actividad física de maratón es conveniente proveer fluidos y algo de energía.
Clyde
Wiliams estudió las diferencias del glucógeno muscular en ambas fibras, rápidas
y lentas. Y tras la biopsia previa y posterior al ejercicio, descubre que el
glucógeno muscular decrece proporcionalmente en ambas fibras, lo que corrobora
que en los trabajos continuos de resistencia, AMBOS tipos de fibra
contribuyen con el glucógeno para combustible. Luego hizo una experiencia
similar, pero en ejercicio intermitente de distintas velocidades (bloques de
15’ con un tiempo total de 90', similar a lo que sucede en el soccer). Comprobó
que corrían más tiempo y que ahorraban más glucógeno las fibras tipo II
(al dar bebida con CHO: 5 ml/kg antes y 2 ml/kg cada 15’). La ADA sugiere 24
grs. de HC cada 30 minutos.
No
debemos olvidar que la fatiga puede provenir de la falta de glucógeno muscular,
pero también por hipoglucemia (falta de glucosa cerebral). Algunos autores
proponen 0.25 grs. /kg cada 30 minutos. Otros sugieren 2glkg los primeros
20 minutos y 0,4g/kg cada 20 minutos de ejercicio.
La
ACSM sugiere proveer de 600 a 1000 ml de agua por hora (para respetar la tasa de
vaciamiento gástrico) y con una concentración de 4 al 8% de HC (para evitar el
efecto insulínico).
Murray
comparó la fructosa, con la glucosa y la sacarosa. Sin cambios entre las dos últimas,
con la fructosa se llegó antes a la fatiga. Posiblemente porque la fructosa se
deposita 4 veces más en el hígado que en el músculo. Y debido a que se
absorbe más lentamente (por un carrier de membrana intestinal más lento y por
diferente tasa de vaciamiento gástrico) y tiene un IG muy bajo (20%).
Otros
probaron con maltodexinas, con buenos resultados. Pero no existe una única fórmula
mágica. Para cada deportista se deberá probar la poción más adecuada. Por
mucho tiempo se pensó que la fatiga era solo consecuencia de la depleción de
glucógeno muscular. Hoy se sabe que la fatiga también está relacionada a la
falta de glucosa cerebral, por lo que la ingesta de glucosa durante el ejercicio
(diluida) aleja la fatiga por el doble mecanismo de disminuir el uso de glucógeno
muscular y de otorgar al cerebro glucosa.
La
comida post-competencia deberá ser rica en HC para volver a llenar las reservas
de glucógeno. Existen 3 factores que debemos tener en cuenta: la intensidad del
entrenamiento, el tiempo y la frecuencia de entrenamiento. Cuando la frecuencia
del mismo es alta debo replecionar rápidamente las reservas de glucógeno
utilizadas. Y es aquí donde la nutrición juega un papel preponderante.
Es bien sabido que las 2 primeras horas son importantes para comer, debido a que
aún el flujo sanguíneo es importante en el lecho muscular y por una posible
avidez de los receptores insulínicos aumentada durante este período.
Actualmente se han estudiado transportadores de glucosa llamados Glut1 (en la
membrana de las células musculares que permiten la entrada de glucosa en forma
directa) y Glut4 (en el citosol, que acelera el transporte de glucosa y se
deposita en el citoplasma en vesículas). Tanto el ejercicio como la insulina
permiten que el glut4 salga de las vesículas de almacenamiento y se dirijan a
la superficie celular, donde facilitan el transporte de glucosa a través de la
membrana celular (Iuy y Kuo, 1998). La insulina inhibe el depósito en las vesículas
y por lo tanto, su aumento en el citosol. Por lo tanto los glut4 aumentan
post ejercicio. Al estar unidos al glucógeno, que está deplecionado, buscan más
glucosa post-ejercicio, lo que permite más depósito de glucosa hacia la
célula muscular. Mc Coy 1994 estudió que al suspender el ejercicio por 6 días,
disminuye
la concentración de glut4 (pues tiene una vida media breve). El aumento de las
glut4 dura 16 hs. post-ejercicio. Nakatami, en 1997 estudió que en ratas
entrenadas por 6 meses, aumentan un 50% el glut4 y un 40% la hexoquinasa
(enzima que transforma la glucosa en glucosa o fosfato). Por eso,
ante los mismos niveles de insulina, los entrenados poseen más glucógeno
muscular.
Existe
una primera fase post-ejercicio que depende de los glut4, y una fase más tardía,
insulinodependiente. La insulina aumenta abruptamente durante los primeros 10
minutos post-ejercicio, posiblemente debido a la falta de catecolaminas
inhibidoras.
Algunos
estudios sugieren que tanto HC líquidos como sólidos simples o complejos son
de utilidad en ésta etapa. Pero es conveniente que sean de alto índice
glucémico. Ivy concluye
que se deben dar 1,5 g/kg de HC inmediatamente luego de la competencia y
otro tanto antes de las 2 hs. Zadwazki demostró en el 92' que al dar 41 grs. de
suero de proteínas, con 112 grs. de un polímero de la glucosa, resulta en una
mayor respuesta de la insulina y mayor tasa de re-síntesis de glucógeno.
Bergstrom
y Hultman demuestran que consumir más de 600 grs. no producen beneficios extra.
Clyde
Wiliams comprobó que al dar 1 g/kg luego de un ejercicio de 90" y durante
la prueba bebida con CHO
y electrolitos, se ahorra más el glucógeno muscular.
Aprovechando
estos conocimientos, una dieta post-competencia hiperhidrocarbonada, recupera el
glucógeno muscular y hepático más rápidamente para continuar el entrenamiento
posterior. Y si son HC de alto índice glucémico, elevan un 15% más el
glucógeno muscular.
Según
Tarnopolski, la dieta de carga de glucógeno muscular, sólo debe hacerse si se
va a realizar maratón de 42 Km. Se darían 8 g/Md de carbohidratos (CHO), en
los últimos 4 días de puesta a punto (es el 75% del VCT). Cuatro horas
pre-ejercicio, sugiere dar CHO de alto IG.
Una
hora antes, dar 25 grs. de sacarosa al 7%.
Durante
la competencia dar soluciones con glucosa y polímeros al 6-8%.
Y
post-ejercicio dar CHO (1g/k), y proteínas (10g) para mejorar la síntesis.