El
dominio de África en las carreras de fondo.
Raúl Javier Amil
Quienes hayan visto la final
masculina de los 10.000 m, en los Juegos Olímpicos de Sydney, seguramente
quedaron maravillados por la apretadísima victoria de Haile Gebraselassie sobre
Paul Tergat. Nunca en la historia de los Juegos Olímpicos se había definido
esa prueba por tan poco margen (sólo 9 centésimas de segundo).
Ahora bien, si analizamos la clasificación final, veremos
que los primeros 6 puestos fueron ocupados por atletas africanos. En la final
masculina de los 5000 m de la misma Olimpíada, nuevamente los primeros 6 fueron
africanos, y en la de 3000 m con obstáculos, los primeros 4 también pertenecían
a ese continente. Asimismo, en la prueba estrella de los Juegos, el Maratón, el
podio también fue cubierto por tres atletas de África.
Si pasamos a las
carreras de calle, en el ranking mundial masculino del año 2000, que elabora la
Association of International Marathons and Road Races (AIMS), encontramos
que los africanos registraron:
·
10 Km: 10 mejores marcas del ranking y 82 marcas entre las top 100.
·
Media Maratón: 10 mejores marcas del ranking y 73 marcas entre las top
100.
·
Maratón: 6 de las 10 mejores marcas del ranking y 57 marcas entre las
top 100.
En
las mujeres, el panorama es bastante similar, pero con importante participación
de atletas de Europa y de Japón.
La gran pregunta
que nos hacemos todos es: ¿qué factores determinan esta superioridad africana
(sobre todo de Kenia, Etiopía y Marruecos) en las pruebas de fondo?
Muchas de las respuestas que he leído o escuchado, son las siguientes:
·
Correr es un medio natural de desplazarse de un lugar a otro.
·
Tanto en Kenia como en Etiopía, correr es el deporte nacional.
·
Los chicos van y vienen del colegio corriendo.
·
Los africanos tienen el biotipo ideal del fondista.
·
Ser un corredor exitoso es la mejor forma de salir de la pobreza.
·
La alimentación, basada fundamentalmente en cereales y verduras, es la ideal
para un corredor.
·
Las rutinas de entrenamiento son terriblemente exigentes.
Si
bien la mayoría de ellas suenan lógicas y probablemente apunten en la dirección
correcta, son de carácter cualitativo o anecdótico, y muchas carecen de la
evidencia científica que las respalde.
Afortunadamente en
los últimos años la ciencia ha comenzado a ocuparse de este fenómeno, y
algunas investigaciones comenzaron a arrojar luz sobre el tema.
Una de ellas fue
la llamada ”Running economy of African and Caucasian distance runners”,
realizada en el año 1999, en forma conjunta por la ”University of Cape
Town Medical School”, de Sudáfrica, y la ”School of Exercise and
Sport Science”, de la Universidad de Sydney.
Para el estudio se
seleccionaron 8 corredores africanos y 8 caucásicos, cuyos tiempos en 10 km no
tuviesen grandes diferencias (32.8 ±
2.8 y 32.0 ± 2.5 min. respectivamente), y que además, tampoco tuviesen
diferencias significativas de masa corporal.
El objetivo del
estudio era el de determinar la denominada economía
de carrera, (que porcentaje
de su consumo máximo de oxígeno empleaban para desplazarse a una velocidad
determinada), en los corredores de ambos grupos. Para ello, los participantes
completaban dos tipos de tests: uno consistía en correr en cinta con intervalos
de velocidad progresiva con objeto de determinar su consumo de oxígeno máximo
(VO2 máx.), y en el otro, realizado en días separados, debían correr también
en cinta, dos intervalos de 6 minutos, uno a 16.1 Km/h, y el otro, a su paso de
carrera en 10 Km. Los intervalos se espaciaron 5 minutos.
Como resultado de
ello, se halló que si bien el VO2 máx. era un 13% menor en los corredores
africanos, estos eran un 5% más económicos
que sus contrapartes caucásicos. Además los africanos corriendo
al paso de carrera, podían utilizar
una
fracción mayor de su VO2 máx.
(92.2 ±
3.7% versus 86.0 ± 4.8% respectivamente).
Estos hallazgos
coinciden con los realizados por otros investigadores, como los del Dr. Jack
Daniels en USA, y los de Bengt Saltin, en Suecia, y si bien no explican la
totalidad del por qué del éxito de los atletas africanos, sientan evidencia
objetiva sobre la notoria supremacía de éstos sobre el resto de los atletas
del planeta.
Raúl Javier Amil
- Entrenador Personal
rauljamil@hotmail.com