Trabajó también como catador de granos, cobrador de AMIA y tuvo un almacén de ramos generales en Paysandú.
Salió de garante por un hermano mayor y perdió sus tierras en San Salvador. Su cuñado Aarón Cosoy le permitió vivir en su propiedad de Paysandú, para que con sus pequeños 6 hijos pudiera remontar semejante vicisitud.
Con el tiempo fue a Montevideo donde sus hijos terminaron el colegio secundario y luego a Buenos Aires, donde trabajó en Famatex (una fábrica de de máquinas textiles, de José Musicansky).
Finalmente se fue a Israel (cristalizando sus ideales sionistas), donde trabajó poco tiempo en un supermercado y donde se jubiló. Mi padre le hizo los trámites jubilatorios desde Argentina. Y mi tío Tule le ayudó a comprar su casa.
En sus últimos años la tía Clarita los cuidó con mucho afecto. Ilana, su nieta, les iba a cantar muy seguido al hogar donde vivía con la abuela Adela y donde finalmente falleció.
nAnécdota: Un día quisieron robarle en el colectivo el dinero recaudado. Él tomó del cuello al ladrón y con determinación lo llevó a la policía. El policía reconoció al ladrón, era un chileno y le dijo “otra vez robando”. Simón medía cerca de 2 metros y era muy corpulento. Nadaba muy bien.